miércoles, 6 de abril de 2016
Por:
Marco Almaraz.
El
pasado domingo el conjunto de los Pumas fue humillado en tierras tapatías por
la escuadra de Chivas, pudimos observar a unos universitarios desganados, sin
hambre de triunfo, con nula posesión de balón, sin variantes, por momentos
frustrados, lentos; en fin, fue un Pumas que no se veía hace mucho tiempo,
pero es momento de cambiar el chip
radicalmente, no se puede seguir pensando en ese partido y hay que retomar el
buen futbol que los ha caracterizado ya que el próximo miércoles los auriazules
pueden afianzar su puesto en la siguiente ronda de la Copa Bridgestone
Libertadores en el duelo que se efectuará en Ciudad Universitaria frente al
equipo paraguayo, Olimpia en punto de las 22:00 hrs.
Si se da
el triunfo por los del pedregal automáticamente estarían en los octavos de
final, estancia donde es lo más lejos que han llegado. Nos tenemos que remontar
al año del 2003 donde lo nuestros se enfrentaban al rival chileno, Cobreloa, a
pesar que todos daban a la UNAM en cuartos de final, fue un rival muy
complicado.
El
partido de ida se jugó en Ciudad Universitaria donde los felinos no pudieron
hacer gol al visitante, ya que contaban con una pared defensiva comandada en
ese entonces por nuestro ahora capitán, Darío Verón y un gol sorpresivo de los
chilenos que ponía en serios aprietos a los nuestros, finalizando así el primer
partido. En la vuelta los universitarios no pudieron lograr anotar tras varios intentos,
ya que se topaban de frente a un esquema defensivo impresionante, culminado la
llave favorable para el cuadro del Cobreloa.
Confiamos
en que la UNAM consiga los tres puntos este miércoles para poder estar de nuevo
en octavos de final, donde se ve que nuestro equipo pinta para grandes cosas en
este torneo.
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