Pasada ya la primera mitad del torneo, Pumas se ha consolidado como el equipo más regular del torneo. Por encima de León, que golea, pero, al partido siguiente, es goleado.

La clave del gran torneo felino radica en la inteligencia de Antonio Sancho, al darle continuidad al proyecto de Guillermo Vázquez. Independientemente de no calificar a la Liguilla el torneo pasado, 'Memo' se quedó, reforzó y tiene al equipo peleando los primeros puestos... con una ligera esperanza de un torneo continental.

Ya en el campo, Vázquez, luego de la jornada uno, encontró su once ideal: Palacios; Van Rankin, Alcoba, Verón, Fuentes; Castro, Cortés; Sosa, Fidel, Britos y Herrera. Formando un 4-2-3-1.

La clave, independientemente del buen momento que atraviesa cada línea, está en la libertad de Matías Britos, quien, por momentos, puede desenvolverse en el campo como extremo o punta, cuando Herrera se inclina hacia los costados.

Sin embargo, lo que a Vázquez la ha funcionado de maravilla para ser un equipo con poderío ofensivo, es el constante cambio de bandas de Fidel Martínez e Ismael Sosa. A partir del minuto 17, ambos jugadores intercambian posiciones. De esta forma, los felinos no sólo confunden las marcas, sino que generan más opciones de gol.

En la plantilla actual del equipo, hay un jugador al que toda la afición le debe pedir disculpas: Alejandro Castro. Sin muchos reflectores o encabezados de notas, el hombre de confianza de Vázquez ha sabido mantener un medio campo sólido, con recuperación y salida. Algo que no se veía desde tiempos de Romagnoli... y con dudas.

De igual forma, un jugador a logrado convencer a su amada de volver, de creer en él. A su amada afición, Javier Cortés ha ilusionado de nuevo, luego de un romance quebrado desde el 2011. El medallista olímpico ha recuperado parte de su nivel y, por momentos, se convierte en el cerebro de los del Pedgregal.

En la defensa, la consolidación de la dupla Alcoba-Verón ha sido determinante, al grado se lograr frenar a grandes delanteros como Vuoso, Gignac, Pabón, Funes Mori, Furch y Villalba. Por las laterales, Van Rankin, Fuentes y Alatorre, han sabido aportar de forma adecuada para generar una de las mejores defensivas del torneo.

Cada aficionado debería sentirse orgulloso de decir que tiene un equipo. Sí, hoy sí. Hoy no hay vestidores rotos, no hay un técnico que salga a reirse de la afición cada fin de semana, no hay negatividad. Hoy, lo que hay, es un verdadero equipo que se ha repartido 18 goles entre tres jugadores, hay un arquero que, de local, no ha recibido gol, hay una defensa que es de las mejores del torneo. Hoy, Pumas, es un verdadero equipo.