domingo, 16 de octubre de 2016
Cuando todo parece perdido, un arrebato de Matías Britos le devuelve a los aficionados la vida y la esperanza. Cuando salió de cambio el domingo, no logró del todo entender su cambio, ya que el partido no estaba decidido y sentía que podía aportar más.
En la banca, una serie de manoteos que se pueden entender, sin mucha ciencia, como descontento. De igual forma, contra Jaguares, Britos platicaba con Fidel, después le indicó a Patiño, éste le avisó a Palencia, y 'Paco' corrigió.
Con la salida de Ismael Sosa, el pueblo azul y oro se quedó sin un ídolo, sin un referente en ofensiva sobre el que pudieran dejar caer sus esperanzas e ilusiones de desgarradores gritos de gol.
Al culminar el partido, pese al marcador, la afición que se dio cita en el 'Chivo' Córdoba entonó un "ole, olé, olé, olé, Britos, Britos", tan fuerte que el uruguayo volteó para agradecer e gesto. Y sí, iba expresando con las manos que algo no habían hecho bien.
Pumas calificará a Liguilla, donde Britos tendrá la oportunidad para plasmar sus letras en el corazón de cada auriazul, quienes siguen impacientes por encontrar a su ídolo en ataque, a su referente, a su Matías Britos, quizá.
Publicar un comentario