martes, 14 de junio de 2016
Por: Brian Sales
A pesar de la turbulencia y la increíble desinformación que surgió a raíz del tema de Ismael Sosa, analizando más a fondo el proyecto de Ares de Parga y Palencia, se deja ver bastante interesante. A pesar de que faltan 3 refuerzos por presentar, la Cantera, pro fin, saldrá al quite.
Desconozco si el aficionado promedio no tenga memoria y tan rápido se le haya olvidado a qué equipo le va. Pumas se ha caracterizado durante toda su historia por vender a sus figuras. Como no hay buen fruto de casa, hay que vender a buen precio el que se consigue de fuera. Pasó con Solare, Scocco y ahora Ismael Sosa.
Entre comentarios y demás opiniones en las redes sociales, es infame encontrarse con comentarios como "están desmantelando a Pumas", sobre todo cuando sólo un jugador del cuadro titular salió, nada más.
Es sorprendente ver cómo la afición quiere hacer protestas, comienza a insultar y demás actos irracionales cuando no se está haciendo nada que no deba de hacerse o se haya hecho antes. Tras cuatro años de no producir jugadores, llegó el momento de abrir espacios para aquellos que día tras día sueñan con una convocatoria con el primer equipo.
Jamás podemos decir que algo va a fracasar, no sin antes haber dado el beneficio de la duda. Imposible no recordar aquél 2011 donde Pumas no se reforzó y apostó por tipos como Javier Cortés, Efraín Velarde y Emilio Orrantía, culminando en un campeonato histórico que llegó a oídos de la propia FIFA.
Antes que cualquier acusación, deberíamos, como aficionados, dar el beneficio de la duda. "Ningún jugador está por encima de la institución", dicen por ahí. Se agradece lo que Sosa hizo por Pumas, pero el Club Universidad es mucho más que un nombre.
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