jueves, 26 de mayo de 2016
Hay algo que nos dejaste entre líneas acabando el partido contra Del Valle, Memo. Te notabas molesto, frustrado por esos malditos penales que tanto te persiguen. Te alcance a ver cansado, necesitado de un verdadero descanso después de que tu historia se repitió.
Hoy, que anuncian tu salida del Club Universidad, sólo tengo que agradecerte. De igual forma a Sancho, que llegaron a mover la porquería que unos mercenarios dejaron a su paso. Sacaron al equipo del abismo y lo pusieron en una Final, la más épica de la que se tenga memoria. Pero no se ganó.
No sólo lograste olvidar la cuestión del cociente, también le devolviste a Pumas un año y medio de torneos internacionales. Por fin le dijimos un adiós temporal a la maldita Copa Mx que nada nos había dejado desde su regreso. Lograste la mejor participación en la historia de la Copa Libertadores para nosotros.
Sin embargo, Vázquez, sigo sin entender lo que estarás pagando. Quizá es suerte, quizá sigue faltando algo. No tengo duda alguna de que la pelota te sabrá pagar con muy caros intereses todo lo que te ha quitado. Vi lo que te pegó el 26 de mayo, noté tu tristeza con las fallas de Cortés y Fidel frente a Tigres y vi tu frustración cuando Ismael Sosa regalo su penal.
Hoy te vas, pero te vas por la puerta grande. Esta vez faltó la estrella, pero sobrepasaron las metas. Lograron mucho más de lo planteado, y eso, para nosotros, es la gloria.
Mucho éxito, Vázquez. Que venga lo mejor. Estoy seguro que el balón, tarde o temprano, nos volverá a juntar. Ya sea juntos, o con otra playera de por medio. Hoy, que ya no estás, sólo puedo agradecerte.
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