Por Mauricio Aguilar     

@mauricio_auv

La gestión del ingeniero Jorge Borja Navarrete ha resultado tan increíble –inverosímil- como película de ciencia ficción.

La decisión de volver a contratar a Guillermo Vázquez Herrera como Director Técnico del primer equipo recuerda el guion de la célebre trilogía: Volver al Futuro (en la que Marty McFly regresa a 1955, para… ya sabemos la historia).

Así, el   ingeniero ha “regresado” al origen de la catástrofe,  el 2012, intentando enmendar el primero de muchos errores de su administración auriazul, esperando reconstruir un mejor futuro. Con la decisión tomada, se espera reparar lo que funcionaba a su llegada.

Me detengo para recordar un poco el 2012. Muchos, vimos con buenos ojos la salida de Víctor Mahbub (quien estuvo envuelto en la polémica, sino pregúntenle a Bruno Marioni por qué salió de Pumas; o, a Pablo Barrera sobre el porcentaje que le correspondía por su traspaso al West Ham United, que nunca recibió, según lo declaró alguna vez), y esperábamos más del Ingeniero Borja.

En contraposición, muchos vimos mal la salida de Memo Vázquez. No recuerdo que haya sido abucheado de forma generalizada por la afición, como ahora señalan algunos medios. Si bien es cierto que, algunos no estaban contentos con su actuación, por haber sumado dos torneos sin calificar a la liguilla, muchos entendíamos la situación y le dábamos el mérito adecuado a su labor.

Al término del Apertura 2011, en el cual se dejó escapar la clasificación por el empate en el último partido contra Tijuana. El entrenador solicitó refuerzos, ante el retiro de Francisco Palencia y porque se venía la fase de eliminación directa en la Liga de Campeones de la CONCACAF, lo que le fue negado. Cabe señalar que, Memo nunca tuvo refuerzos en los dos años que dirigió a Pumas (2010-2012).

En el Clausura 2012, se dieron las lesiones de Darío Verón y David Cabrera. Asimismo, la convocatoria de Javier Cortés, para participar en la selección olímpica, todos ellos en un gran nivel. Se contaba con un plantel limitado y las ausencias marcaron el fracaso en los dos torneos que disputaba el club.

No puedo quitar de mi memoria la actitud de Mario Trejo cuando estaba negociando la continuidad de Guillermo Vázquez en 2012, cuando había vencido su contrato, en las que se mostraba inflexible e indiferente a las exigencias del entrenador. Si bien es cierto que, Memo se pudo haber equivocado –por lo que presuntamente ya pidió disculpas- es también cierto que, no fue el único.

El hubiera no existe, por lo que resulta ocioso imaginar un escenario paralelo, en el que, supusiéramos que la presente Directiva no hubiera cometido tantos errores, y haciendo los cambios de Vicepresidente Deportivo oportunamente, hubiese apostado en 2012 por la continuidad de un proyecto, que hoy retoma. Quizá, nos hubiéramos ahorrado un par de años de ignominia.

A la llegada de Vázquez Herrera, se suma la de Antonio Sancho Sánchez como Vicepresidente Deportivo, de quien tengo grandes recuerdos como jugador (un capitán todo carácter de quien seguramente Joaquín Beltrán aprendió algo) y espero que su experiencia en Tigres, junto con su pasado auriazul, le sirva para tomar buenas decisiones.

Parece que, esas dos incorporaciones son adecuadas, por lo que puedo decir: Bienvenida la cordura.