Por: @mauricio_auv

Las redes sociales representan una opción para expresar nuestras opiniones, incluso dirigirlas a destinatarios, de forma sumaria, algo que antes no existía. Basta componer un hashtag agregando el signo # antes de la oración, ejemplo: #FueraTrejo; además, podemos dirigirnos a un destinatario agregando @, y listo:

@Pumasmx #FueraTrejo #FueraBorja.

Así, nos encontramos técnicamente libres para opinar pero sin poder de cambio. Una prueba de ello, ocurre con los Pumas. Creo que, casi todos los usuarios de las redes, que apoyamos al club, nos hemos cansado de manifestar nuestras inconformidades y demás opiniones, respecto al manejo que le están dando al equipo, al que calificamos como malo, más allá de las derrotas, sin que nada ocurra.

No obstante de ser Trending Topic en ya varias ocasiones, tuvieron que pasar 4 descalabros consecutivos para tomar acciones sobre lo que todo mundo anticipaba y hasta reclamaba #FueraTrejo (más de 7.5 millones de menciones el jueves, cuando la página oficial cuenta con 556 mil seguidores en Twitter). Como se dice coloquialmente, las opiniones les entraban por un oído y les salían por el otro a los dirigentes.

Cabe señalar que, la constitución no reconoce el derecho al insulto, es decir que, en ejercicio de su libertad de opinar, nadie tiene derecho a propinar insultos a otro, bajo ninguna razón, aunque parezcan merecerlo, como los dirigentes de Universidad Nacional.  Aunque ejercer la libertad de expresión en redes es algo relativamente nuevo, del siglo XXI, la limitación de 140 caracteres en Twitter, muchas veces hace que optemos por comentarios incendiarios y viscerales, o en Facebook privilegiemos esparcir  memes o selfies de forma viral, en lugar del análisis objetivo. Ser seguidores en lugar de críticos. Incendiar en lugar de proponer. No obstante, hay buenas críticas, propuestas y datos interesantes en la red que podrían ser escuchados.

Tampoco Pumas está obligado a obedecer todas las recomendaciones u opiniones, pero en una muestra de inteligencia le vendría bien analizar el sentir de la afición para, tal vez, tomar alguna idea para mejorar. Analizar su mercado. Vaya que les hace falta mejorar en muchos sentidos, desde el manejo de medios hasta el manejo deportivo, que es lo fundamental.

Es precisamente inteligencia, lo que no ha mostrado el Patronato encabezado por el Ing. Jorge Borja Navarrete, un Puma de toda la vida pero que no atiende al club como prioridad.

Todo inició mal, con aquel error de mantener a Mario Trejo a su llegada, que prácticamente marcó la salida de Guillermo Vázquez a finales del Clausura 2012.

Después, el ingeniero se equivocó al contratar a Alberto García Aspe, un ídolo Puma sin experiencia (lo que muestra que sentir los colores no es garantía si no hay sensatez y capacidad), que brilló por su incompetencia, que inició contrataciones de jugadores antes de contar con un técnico, pagó millones para rescindir el contrato de Joaquín del Olmo con Veracruz y luego no le tuvo paciencia, en su gestión se vendió Pumas Morelos, contrató a ¡Mario Carillo!, evidenció su novatez con el caso de la contratación caída del “Puma” Gigliotti. Un desastre.

Los errores continuaron al traer de regreso a Mario Trejo, que pese a su ecuanimidad emocional cometió errores crasos, como mantener a Torres Servín hasta que fue demasiado tarde, lo que derivó en el infame último lugar del Apertura 2013 (algo nada digno para un club de tal jerarquía), luego, nombró a David Patiño entrenador interino por un día (que falta de respeto),  para elegir después a José Luis Trejo -36% de efectividad con Pumas-, y peor aún, lo mantuvo de más (debieron darle las gracias terminando su contrato el torneo pasado), por lo cual, el club tendrá que pagar una indemnización por rescindir el contrato de dicho personaje (Entiendo su postura pero no la comparto, siendo  cuestionable su falta de vergüenza, después de Pumas ese técnico no volverá a dirigir nunca, otra cosa sería una hazaña).

En ese penar, nuestro equipo ha terminado confundido, sin garra, con un promedio de edad alto, con 9 foráneos (extranjeros y naturalizados por razones futbolísticas, no cuento a Bernabé Magaña por ser mexicano nacido en Estados Unidos), irreconocible.

La directiva se muestre indolente y lenta para responder ante los problemas. Todavía no entiendo cómo fue ratificado el Patronato este año. No es posible que el club esté sin un dirigente deportivo desde el 12 de agosto, máxime que Mario Trejo anticipó su salida desde el domingo 10 de agosto. Me sorprendió ver tanta parsimonia, al esperar la derrota ante León, que todo mundo predecía, para actuar y cesar a José Luis Trejo hasta el viernes.  

Ahora, con el nombramiento interino de David Patiño, espero que por lo menos lo dejen dirigir el partido de Copa contra Mérida. También, espero que nombren primero un Vicepresidente Deportivo antes de elegir al nuevo técnico.

Tanta incapacidad nos ha hecho pasar muchos corajes, haciéndonos pensar que nuestro hígado no resistiría pero aquí estamos, ejerciendo nuestra opinión aunque no esté en nuestras manos cambiar los destinos del club. Sin embargo, sólo participando de forma objetiva podremos aportar algo, por lo menos para calmar ese sentimiento negativo que nos embarga y no ser indiferentes, esperando algún día poder cambiar el orden establecido y que nuestra opinión sea una herramienta de cambio al ser escuchada oportunamente por los que toman las decisiones.